jueves, 29 de abril de 2010

Estás invitada



Miramos con desgana

amamos con tristeza

e irremediablemente

el prójimo lo nota


Quizá

hay que cambiar los ojos

y abrir el alma

que así

pueda entrar la alegría

que está acostumbrada a estar fuera...

como si fuera demasiado grande para nosotros


Quizá lo sea


Ginie

1 comentario:

  1. Alguien me dijo hace tiempo este secreto a voces: Existen personas que sólo saben sufrir y nunca han tenido la oportunidad (como tú dices) de dejar entrar la felicidad.
    Yo creo que todos somos así, la diferencia es el grado en que dejamos pasar esa alegría y que cada uno obtiene la felicidad de una manera diferente.

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