lunes, 3 de agosto de 2009

Tiempo

Pasan los días, las horas, los segundos, los momentos.
Este abrazo.
Nada, nunca, siempre, jamás... Son palabras infinitas.
Como esta soledad que no me deja ver lo que hay frente a mí.
El futuro es un precio a pagar en la aduana del tiempo.
Y yo no sé si tengo dinero suficiente.
Préstame tus miradas y veré si puedo hacer chantaje al aduanero.
Seguro que cae en la tentación.

No hay comentarios:

Publicar un comentario